Silencio, no llenan la cancha ni cantan y se van antes de que termine el partido. ¿Qué pasó con los parlantes? River llevó mucha más gente de lo permitido, casi se viene abajo la cancha, no latía, temblaba. Afuera fue baile. Adentro, un partidito. River tiene poco, Boca está dormido. Decir que uno nunca se aburre en un superclásico. Duele lo de Fabbiani, defraudó. No hizo casi nada. Nunca pateó con la firmeza que lo caracteriza. Gallardo, que no está en su mejor época, embocó un tiro libre. Son casos distintos: el Muñeco hace todo lo que puede, pero entre esa lesión traicionera y los años lo marcan a presión. En cambio, el Ogro sigue fuera de ritmo y juega a otra velocidad. Buonanotte entró y cambió el partido con su electricidad, Ahumada y Nico Domingo metieron como locos, Cabral estuvo muy firme de arriba y Falcao se perdió el gol de su vida. Hubiera sido una gran alegría. River tiene que demostrar que esta listo para ganar el campeonato y le falta mucho.
viernes, 24 de abril de 2009
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